Deportes

Maxi Velázquez: “Me involucré mucho con el proyecto de Aldosivi”

Maximiliano Velázquez, el capitán del campeón, en amplia charla con LA CAPITAL. Del “golpe muy duro” de la salida de Lanús a esta consagración. De la final de la Libertadores, perdida a la final del ascenso ganada, que los médicos le recomendaron no jugar y de la que fue una de las figuras.

por Vito Amalfitano

@vitomundial

Ya sabía lo que era volver a empezar. Ya sabía lo que era salir campeón. Pero esta vez, en un momento muy especial de su vida, arrancó de vuelta y en poco más de cinco meses sumó otro título, que además es el más importante de la historia del fútbol de la ciudad que eligió para este renacimiento.

De una final a otra en menos de seis meses. El 29 de noviembre tuvo la oportunidad de jugar dos partidos históricos para Lanús, la definición de la Libertadores ante Gremio. Y a pesar de la caída, lo inolvidable fue el camino. La llegada a la final de la Copa por primera vez en el club dónde escribió algunas de las mejores páginas de su carrera. En el medio una desilusión, que se puede interpretar como una ingratitud. Y poco más de cinco meses después, el 4 de mayo, él sí pudo levantar una Copa y gritar campeón. Siempre como capitán.

Fue todo muy vertiginoso. Del orgullo a la desazón, de la caída otra vez a la gloria. Maximiliano Velázquez no podía creer que Lanús hubiera prescindido de él después de haber sido el capitán del equipo que llegó nada menos que a la final de la Libertadores y en su club más querido. Desde el fondo del pozo anímico encontró la salida hacia arriba. Eligió un desafio nuevo y a los cinco meses y horas fue nomás capitán de un campeón. Y no de un campeón cualquiera. Del Aldosivi que se transformó en el equipo que ganó el primer título nacional todos contra todos para el fúitbol de Mar del Plata.

“Sinceramente, esto fue una felicidad muy grande, mucho más de lo que yo esperaba, y casi incomparable, porque me involucré mucho con el proyecto de Aldosivi y porque venía de un golpe muy duro”, le confiesa Maxi Velázquez a LA CAPITAL en el comienzo de una larga charla que transitó por los vaivenes de esta consagración y de toda su brillante carrera futbolística, pero también por las cuestiones personales, sociales, políticas en las que también se mete a fondo.

-¿Cómo viviste este camino increíble de cinco meses, de perder una final de Copa, quedar afuera de un club tan querido para vos como Lanús, a este título con Aldosivi cinco meses después?

-Y, la verdad es que sí, fue increíble. No me lo esperaba. No continuar en Lanús fue muy duro para mí, me dolió mucho, me costó asimilarlo. Y fijate que enseguida recibí varias propuestas para jugar en primera división pero ninguna me colmaba las expectativas. Necesitaba una propuesta motivacional. Y la propuesta de Aldosivi me sedujo y me hizo levantar el ánimo… Y de ahí, desde esa amargura impensada, a salir campeón, te imaginás lo que significa…

-Vamos por partes. ¿Te quedó rencor por esa desilusión, por esa decisión que tomaron en Lanús de prescindir de vos?

-No, rencor no, incluso ya lo hablé con la gente de Lanús. Fue el golpe más duro que recibí en mi carrera porque no me lo esperaba de esa manera. Lo que me molestaron fueron las formas. Todo lo que tenía que decirles se los dije. Podía entender la explicación deportiva, se puede discutir, pero no me había gustado el hecho de que me quisieran retirar…

-Claro, es obvio que el que decide cuando estás para retirarte sos vos…

-Por eso, y al ofrecerme quedarme a trabajar en el club a la vez de no renovarme como jugador, me estaban retirando cuando ellos querían. Y por supuesto que yo no estaba para retirarme, todo lo contrario, quería revancha al otro día…

-Si jugaste una final de Libertadores como titular obvio que no estabas para retirarte…

-Ya está, hay que rescatar las cosas positivas. Fue un camino maravilloso el de la Copa, y antes haber salido campeón para llegar hasta ahí. Fue una página dorada para Lanús, la primera gran final del club, independientemente de todo lo que habíamos ganado hasta ahí. Claro que esperaba ganar la final, y que ahí sí sentí que no tenía revancha en esa competencia. Pero si mirás para atrás, fuimos privilegiados, jugamos la final que todos los equipos de América quieren disputar.

-Pero sí, de todos modos, buscabas una revancha deportiva, sin resignarte a lo que pensaban los dirigentes. Y a los cinco meses ya estabas jugando otra final como capitán..

-Sí, por eso digo que somos tipos privilegiados, tocados con la varita mágica. Las finales son los partidos más lindos, los que todo futbolista quiere protagonizar, y yo jugué dos en cinco meses. Y de mucha relevancia. Por eso yo quería jugarla de cualquier forma. Por que se lo que significan. Fue una semana especial por la lesión…

-Estuviste a punto de no jugarla…

-Los médicos no me dejaban jugarla. Era muy grande el corte en la frente. No me veían para cabecear. Yo dije que me hacía cargo de lo que me pasara, asumí toda la responsabilidad ante ellos y el cuerpo técnico. Primero se pensó en un casco, pero me sentí incómodo cuando lo probamos. Y al final salí como salí, con ese vendaje, y la verdad es que en la cancha me olvidé de todo. Son los partidos que uno sueña jugar, y no me lo iba a perder por nada del mundo.

-Y fuiste una pieza clave, desde afuera, desde las tribunas en Sarandí, nos dio la sensación que estabas jugando el partido de tu vida, que estabas tirando en la cancha todo el peso de tu trayectoria. Vos y un par más de experiencia, lo hicieron valer como nunca en Aldosivi, y justo en el partido en que más los necesitaban…

-Sí, es que te repito que son los partidos que esperas siempre, y la verdad es que me sentí a la altura. Aunque yo priorizó lo grupal sobre lo personal y siento que todo el equipo estuvo a la altura y fue un merecido campeón. Fue una actuación muy buena en todos los aspectos, juntamos en un partido todo lo que eramos capaces de hacer, y además tuvimos reacción rápida ante la adversidad. Eso me puso muy feliz. Porque desde que llegué a Aldosivi y escuché al entrenador supe que era una propuesta diferente para la categoría. Siempre rescaté la idea y los buenos pasajes del equipo en este semestre, y por momentos salió. Y cuando hubo que demostrar jerarquía, a la hora de la verdad, y sobretodo en la final, la demostramos, y fuímos muy agresivos.



-Pero antes estuvieron un par de veces a punto de perder esa oportunidad de demostrarlo… ¿Cuál fue el momento en el que pensaste que efectivamente el ascenso podía ser posible y cuando creiste que se quedaban sin nada?


-Cuando hablo de la propuesta que me sedujo desde el principio es porque lo primero que me dijeron José (Moscuzza, el presidente) y toda la gente de Aldosivi es que ibamos por el ascenso. Pero no nos olvidemos que arrancamos el año sextos. Y la primera vez que vislumbré realmente que eso era posible fue cuando quedamos punteros por primera vez, en Corrientes, porque además jugamos muy bien ese partido con Boca Unidos, con mucha tenencia de pelota, con mucho aplomo. ¡Y quedabamos primeros y con un partido menos!. Pero enseguida nos dieron dos trompadas, Quilmes y Sarmiento.

Sabíamos igual que era una categoría pareja, muy difícil. Teníamos que estar preparados para eso pero no voy a negar que fueron semanas muy duras. Después hubo otro partido clave para recuperar la confianza, para nuestra cabeza, que fue el triunfo en Jujuy. Pero llegó el partido con Los Andes de local y todo lo que se dijo ese día. Y yo todavía es el día de hoy que le discuto a cualquiera que ese día jugamos bien, que el resultado era muy mentiroso hasta que llegó el empate (N.de R.: Nahuel Yeri sobre la hora), con el que volvimos a depender de nosotros mismos con los resultados que llegaron después. Pero sí jugamos muy mal con Riestra, en el momento menos indicado. El fútbol nos dio otra oportunidad e hicimos bien nuestro trabajo contra Estudiantes de San Luis y en la final con Almagro.

Y el balance de tu actuación personal en Aldosivi, ¿cuál es?

-De menor a mayor. Considero que cometí algunos errores en la primera etapa. Quería arriesgar demasiado, me faltaba entender la lógica de la categoría. Pero lo fui corrigiendo durante la competencia, y sin abandonar esa idea de aportar a un equipo que tenía una filosofía original de juego ofensivo, empecé a resolver mejor lo defensivo. Y creo que terminé bien, a la altura como todos, en los momentos decisivos.



-Y ahora, mirando para atrás, con toda tu carrera y tus títulos, ¿dónde ubicás en importancia este con Aldosivi?


-La verdad es que tiene un valor especial, es muy difícil de explicar, no podría ponerlo en un escalón porque mucho de lo que viví fue muy lindo. Pero esta era una apuesta muy grande para mí, después de lo que había vivido, y terminó saliendo muy bien. Además, soy conciente de lo que hemos obtenido. Tengo entendido, por lo que dicen ustedes, que fuimos el primer equipo marplatense en la historia en ganar un campeonato nacional todos contra todos… ¿Es así verdad? (N.de R: Maxi pregunta para corroborar o en todo caso para remarcar algo que ya sabe que tiene un valor especial para los marplatenses).

-¿Y ahora qué? Porque con la salida abrupta de Lanús decís que querías una propuesta motivacional que te la presentó Aldosivi… ¿Ahora el desafío puede ser volver a jugar en primera y con el equipo que capitaneaste hacia el ascenso?

-Sí, puede ser, ya los dirigentes me manifestaron la idea de que siga. Pero es algo que tengo que analizar muy bien en estos días de vacaciones en la intimidad con mi familia. Si bien lo que viví con Aldosivi me hizo muy feliz, también fue un esfuerzo familiar muy grande porque fue la primera vez que dejé a mi familia, que me fui a jugar a otra ciudad sin vivir con ellos (N.de R: su esposa Soledad, su hija Morena, de 9 años, y su hijo Nicolás, de 5). No estoy acostumbrado a estar solo y mi familia tampoco. Una de las alternativas es venirnos todos, Mar del Plata nos encanta, pero hay también una cuestión de la escolaridad de mis chicos para resolver. Lo vamos a decidir juntos, aunque porsupuesto que Aldosivi tiene una prioridad si dejamos de lado ese problema de vivir a 400 kilómetros de mi familia.

-Con Aldosivi volviste a empezar y enseguida saliste campeón. Pero ya en el ascenso habías tenido historias duras de caídas y levantadas…

-Sí, todo me costó mucho. Ya cuando me fui de mi ciudad, de Concepción (Entre Ríos) ya me había costado despegarme de mi familia, fue difícil la adaptación, me fui acomodando en la llegada a Ferro (N.de R.: lo hizo debutar en primera un DT ex reconocido jugador de Aldosivi y ex coordinador de inferiores del club del Puerto, Ernesto “Peto” Perissé) y enseguida me tocó el descenso en el Nacional B. Y fueron dos años muy duros en la Primera B Metropolitana. El primer año llegamos a un final por el ascenso con Deportivo Español y la perdimos. Y en el segundo año logramos el ascenso.

*****

Empezó desde el fondo del pozo y volvió a empezar. Y se repuso después de cada caída. El ascenso, que fue un trauma en el inicio de su carrera, le dio la oportunidad de una revancha impensada cuando lo querían retirar antes de tiempo. Fue el capitán del equipo de Mar del Plata que hizo historia. Maxi Velázquez siempre se levanta. Y siempre levanta una Copa.

Te puede interesar

Cargando...
Cargando...
Cargando...